NUEVA JORNADA DE MANIFESTACIONES
La del Parlament es la foto de la parálisis política ya que en lo que va de año, sólo se han aprobado tres leyes. Una de ellas ha sido para pedir la investidura de Carles Puigdemont a distancia.
Los funcionarios, piden cobrar las pagas de 2013 y 2014. Los médicos piden al menos 12 minutos por paciente, los estudiantes piden pagar menos tasas, son las más caras de España y los profesores y bombero piden MÁS MEDIOS y MÁS PERSONAL.
Miles de trabajadores públicos de la Generalitat -médicos y personal sanitario, profesores, bomberos y asistentes sociales, entre otros-, y estudiantes universitarios y de secundaria se manifiestan en Barcelona bajo el lema 'Por unos presupuestos sociales, revirtamos los recortes'.
Ramon Font, secretario general de USTEC, mayoritario en la educación primaria y secundaria, ha reclamado la contratación de 7.200 docentes "para igualar la capacidad del año 2010" y ha marcado como "línea roja" el retorno de la hora lectiva que se perdió en secundaria en el año 2011. E
Por su parte, Joan Escanilla, el presidente del CSIF, el otro sindicato de la Función Pública convocante de los paros, ha instado al Govern a invertir en la red pública y ha calificado de "burla" el calendario propuesto para que los empleados públicos recuperen en ocho años las pagas extras pendientes.
Los manifestantes del sector público portan pancartas con lemas como "Recuperación poder adquisitivo", "Por unos presupuestos sociales", "Revertimos los recortes" y "Consolidación del puesto de trabajo para el personal interino". Entre los educadores y estudiantes destacan pancartas con textos como "el decreto de inclusión es falso", "calamidad de tiempos cuando los locos guían a los ciegos: Torra dimisión" o "el dinero es para la escuela pública".
Los médicos se han unido a la manifestación conjunta con el sector educativo y otros colectivos del empleo público de Cataluña tras concentrarse ante la gerencia territorial del ICS. Un fuerte dispositivo de los Mossos d'Esquadra custodia la manifestación y una decena de furgonetas antidisturbios se han colocado delante de la marcha y abren camino, previsiblemente para evitar que cuando los manifestantes lleguen al Parlament intenten entrar en la Cámara, como lo intentaron ayer los bomberos, que se enfrentaron al cordón policial de protección del edificio.