En estado de emergencia
Un niño de 19 meses recibe una medalla de reconocimiento que iba a ser para su padre, Geoffrey Keaton, uno de los bomberos fallecidos en la extinción de los incendios que devoran el país australiano.
En la foto se ve a Shane Fitzsimmons, jefe de los bomberos del estado de Nueva Gales del Sur, de rodillas delante del niño que acababa de perder a su padre.
Geoffrey murió cuando cayó un árbol sobre la furgoneta donde iba el hombre para intentar combatir las llamas. En el suceso también perdió la vida otro bombero, Andrew O'Dwyer.
Rescatan a 4.000 personas que se encontraban aisladas en una playa
La Armada de Australia se prepara este jueves para rescatar a miles de personas atrapadas en la pequeña ciudad costera de Mallacoota, en el sur del país, tras huir de los grandes incendios que están teniendo lugar en todo el país en los últimos meses.
De acuerdo con las autoridades, unas 4.000 personas habían quedado varadas en esta pequeña ciudad del estado de Victoria, tras escapar este martes de los virulentos incendios, buscando seguridad en las playas de la localidad.
El director general del servicio voluntario de emergencias de Victoria, Steve Warrington, ha informado de que pasarán varios días hasta que los incendios sean apagados y las carreteras de Mallacoota vuelvan a estar disponibles para circular. "No es seguro conducir", ha subrayado.
Warrington ha explicado que el incendio ha provocado la caída de varios árboles en las carreteras, bloqueando así el posible tránsito de vehículos. Además, ha lamentado que tendrán que priorizar quién es evacuado en el navío de la Armada y quien tendrá que permanecer en la pequeña ciudad.
Mallacoota es un pequeño y popular lugar de vacaciones, de cerca de 1.000 residentes fijos, que atrae a miles de visitantes cada verano. Todos ellos fueron alertados por los bomberos para que abandonaran las zonas afectadas por los incendios ya que se esperaba una nueva ola de calor extrema que amenazaba con empeorar la situación tanto en el sur como en el sureste de Australia a lo largo de toda la semana.
Las comunidades costeras que se han visto afectadas por la virulencia del fuego están también haciendo frente a cortes de energía, a carencias de alimentos y agua potable, así como de combustible, al haberse quedado aisladas.
Los incendios han asolado el sureste de Australia desde octubre. Más de 5,36 millones de hectáreas en todo el país han sido arrasadas y más de 1.400 casas destruidas.