Ecoturismo
Enero es temporada de trufas, para los truferos buscarlas con sus perros entrenados es todo un arte y también una buena excusa para hacer turismo rural.
Mariana es un pequeño pueblo de Cuenca que tiene escondido bajo su tierra un tesoro: las trufas. Mostrar su búsqueda con perros se ha convertido en una nueva forma de hacer turismo, el turismo trufero.
La trufa no solo se vende como producto gastronómico, sino que también es oro para el turismo. Curioso turismo que crea empleo y fija población.
Los visitantes contemplan el buen hacer de perros entrenados para encontrar a la reina del subsuelo. Un perro, en una plantación activa, puede llegar a sacar en dos horas hasta 4 kilos de trufas.