España despoblada
El oficio del pastor desaparece y, con él, un modo de vida y la limpieza de montes y campos que hacen los rebaños al pastar. En algunos lugares, solo la incorporación de inmigrantes mantiene la supervivencia de este trabajo. Es una consecuencia más de la España despoblada.
La ganadería fue históricamente una de las señas de identidad de las cabañas ganaderas de ovino y caprino en España. Y uno de los principales problemas que existe en este oficio es el horario.
Varios pastores afirman que no hay vacaciones, ni jornadas laborales de 8 horas. Es un trabajo constante, que requiere de las 24 horas del día para atender al rebaño.
La vida del pastor al final es tranquila. Sin embargo, también tiene edad de jubilación y los más jóvenes de las familias no quieren continuar con el oficio. Esto se suma a los avances tecnológicos, que tienen como consecuencia que la lana comience a ser sustituida por materiales sintéticos.
La consecuencia es que el precio de la lana se reduzca en consecuencia de los precios bajos que tienen estos nuevos materiales.