EN GIRONA Y EN MALLORCA
El primero de los casos tuvo lugar en el Regimiento Arapiles 62 de Gerona tras la denuncia de una soldado a un cabo y otro compañero soldado por acoso profesional y sexual. El caso trascendió el 6 octubre de 2017 cuando la soldado decidió no solicitar la renovación profesional en las Fuerzas Armadas.
Entonces, su capitán preguntó los motivos que le llevaban a esa decisión y la soldado le relató el presunto caso. Ante esta denuncia, el capitán informó al Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general Francisco Javier Varela, para la apertura de un expediente disciplinario a ambos militares. Fue informada entonces la fiscalía y el titular del Juzgado Togado Militar Territorial nº 31 de Cataluña ha acordado la incoación de diligencias previas para esclarecer los hechos.
En concreto, el juez militar estudia si los hechos pudieran ser constitutivos de delitos de abuso de autoridad o relativos al ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas, previstos y castigados en los artículos 47, 48, 49 y 50 del Código Penal Militar.
El segundo de los casos tuvo lugar en el Regimiento 47 de Infantería de Palma de Mallorca el 5 febrero de 2018 cuando una soldado pidió la baja médica debido al presunto acoso sufrido por parte de un teniente.
En este caso, el capitán es quien se dirige directamente a la justicia para denunciar los hechos, que están en manos del Juzgado Togado Militar Territorial nº33 de Palma de Mallorca, que ha abierto diligencias previas. Por su parte, el teniente ha sido destinado a otro acuartelamiento en comisión de servicio
En ambos casos el Ministerio de Defensa asegura que se ha aplicado el protocolo frente al acoso en las Fuerzas Armadas y se ha ofrecido a las víctimas, ambas de baja, apoyo psicológico y jurídico. La soldado del Regimiento de Palma ha aceptado esta ayuda jurídica.