Crimen Guardia Urbana
La diligencia de inspección ocular en la que ha participado este lunes el Tribunal del Jurado del crimen de la Guardia Urbana ha durado más de tres horas, ha empezado en la casa que compartían la víctima y la acusada a las 11.00 horas y ha terminado sobre las 15.30 horas en la pista forestal cercana al pantano de Foix donde un ciclista encontró el coche calcinado de Pedro R. con su cadáver en el maletero.
Para inspeccionar el lugar donde se halló el cadáver, en el término municipal de Castellet i la Gornal (Barcelona), la comitiva judicial ha accedido por la carretera BV-2115, y el primero en llegar al punto ha sido el acusado Albert López, que iba esposado y custodiado por dos agentes de Mossos d'Esquadra.
La acusada Rosa Peral, también agente de la Guardia Urbana y que era pareja de la víctima en el momento del crimen, también ha llegado esposada y custodiada por otro agente: los policías y los dos acusados se han colocado en fila, en el margen del camino contrario del que dejaron el coche, mirando hacia el punto.
Seguidamente, ha llegado el resto de la comitiva judicial con los abogados defensores, el de la acusación particular, el magistrado que preside la sala, el fiscal y la letrada de la administración de justicia.
Las nueve personas que componen el jurado popular han sido los últimos en llegar, acompañados de agentes del Area Regional de Recursos Operativos (Arro) y de la División de Investigación Criminal (DIC), y otros cuatro agentes de investigación han custodiado el lugar hasta la llegada de la comitiva y después de que se fuera.
Los miembros del jurado han comentado entre ellos detalles sobre el espacio y han contado con las explicaciones del jefe de la investigación policial, quien les ha detallado que, cuando encontraron el coche, el maletero estaba orientado hacia la parte superior del camino.
Han comentado las maniobras que debería hacer quien condujera para dejar el coche en aquella posición, ya que se trata de un camino de tierra donde solo cabe un coche, y el espacio adjunto al camino donde se encontró el vehículo no es muy amplio.
El jefe de la investigación, que ya declaró en el juicio como testigo, se ha ofrecido a los miembros del jurado para contestar las preguntas que necesitaran, y les ha explicado que en las próximas sesiones del juicio escucharán a peritos que les contarán los detalles de cómo estaba el coche cuando le encontraron y qué había dentro.
En este lugar, todavía hay tres ramos de flores colgados en un pino además de una máscara con una calavera, y en el límite con el camino de tierra hay cinco rocas que no estaban en el momento del crimen y en las que hay pintadas una calavera como la de la máscara.