LOS MOSSOS SE CENTRAN EN LOS GRUPOS QUE EXPLOTAN A LAS MUJERES Y SE OLVIDAN DE LAS MULTAS
La presencia de prostitutas vuelve a ser parte del paisaje, a penas se ven policías y la afluencia de . Las condiciones higiénicas son pésimas y la policía asegura que muchas de ellas son explotadas por mafias.
Los Mossos se centran en los grupos que explotan a las mujeres y arrinconan las sanciones en la carretrera. La operación 'Arcén', el último intento de la Generalitat para combatir esta prostitución, tampoco ha funcionado.
Este método anti-prostitución continúa sigue vigente, pero el dispositivo policial se ha ido desmantelando y las prostitutas, a las que se sancionaba si se exhibían a menos de 50 metros de las calzadas, han reconquistado los arcenes.
La N-2 vuelve a ser lo que siempre ha sido: un expositor con más de 30 puntos de sexo esparcidos entre la frontera francesa y el límite con la provincia de Barcelona.
Decenas de meretrices ofrecen sus servicios en las dos vías que concentran el fenómeno en Girona. La operación Arcén se implementó a través de una disposición adicional de la ley catalana de carreteras incluida que aclaraba explíticamente que estaban prohibidas las ocupaciones de una vía pública que comprometieran la "seguridad" de esta.
La presencia de las prostitutas en el arcén suponía un riesgo para las conductores, se procedió a multarlas. A ellas y a los clientes que las contratasen.
Se concretó a partir de junio del 2012, cuando los Mossos d’Esquadra reservaron agentes de la especialidad de tráfico para la tarea de peinar las carreteras y de vigilar que los arcenes estuvieran despejados.
Fuentes policiales reconocen que actualmente ya no hay policías destinados a esta función.