PROGRAMA PILOTO EN VALENCIA
La 'coordinación de parentalidad' se ha convertido en una herramienta de gran utilidad en casos de divorcios difíciles. Así lo reconoce un padre que se divorció hace un año: "Ha sido un punto de inflexión entre que no hubiera comunicación de ningún tipo, a ahora que vuelve a haber un canal de comunicación".
"Tienes la necesidad de relajarte, de ponerte en otra perspectiva, y decir vamos a continuar, lo hago por mi hijo", comenta una madre divorciada hace nueve años.
En Valencia el programa piloto seleccionó a diez familias que presentaban una gran conflictividad y comparten la experiencia. "En parejas con tanto conflicto hay litigios por todo, por dónde dejan el cepillo de dientes o si el calcetín de la mochila está agujereado. La coordinación trata a cada miembro de la familia", asegura Amparo Piera, psicóloga de Medicina Legal.
A diferencia de la mediación, que es voluntaria, la intervención de estos profesionales la decide el juez. "Los resultados han sido muy positivos, los casos más complicados han frenado en seco", afirma Pedro Viguer, juez en Valencia.
Al fin y al cabo, se trata de una mezcla de mediación y terapia que consigue acuerdos entre los padres, y sobre todo, beneficio para los hijos.