EN APUROS POR NUESTROS NAVEGADORES
Son muchas las personas que han tenido percances al volante por culpa de nuevas herramientas que nos ayudan a llegar a nuestro destino.
Es el caso de dos turistas americanas que acabaron, literalmente, atascadas en una estrecha calle con escaleras por seguir al pie de la letra las instrucciones que le indicaba su GPS en Alquézar, Huesca.
Hay quien se ha caído por un barranco por este mismo motivo, o ha terminado en medio de las vías del tren, o también, coches que han necesitado ser sacados del agua por culpa de una indicación errónea. En Granada hubo que cortar los bolardos de la calle para liberar a un tren turístico.
Pero sin duda, las principales víctimas del GPS son los camiones. Estos vehículos son los más afectados por su gran masa y los que más difícil lo tienen para salir de un espacio en el que han quedado atascados.
El problema es que hay elementos que no aparecen en ningún mapa, como los socavones en el suelo. Por ello, ante la duda, siempre merece la pena pensar, aunque sea un minuto.