ALTO RIESGO EN LA PLAYA
La Guardia Civil tuvo que meterse en el mar para sacar a un bañista en Valencia. Había bandera roja, y tras varios avisos se negaba a salir del agua. El joven, un turista madrileño, terminó esposado en la arena. Ahora se enfrenta a un delito de desobediencia grave, penado hasta con un año de cárcel.
Los flotadores pueden jugarnos una mala pasada, un despiste puede arrastrarnos a alta mar en cuestión de segundos. Otra bañista en Fuerteventura, que se estaba bañando con una colchoneta, tampoco obedeció a las órdenes de las socorristas. Cuando lograron que saliera del agua, se llevó una buena lección.