CONTRADICCIONES EN SU DECLARACIÓN
Comenzó siendo un secuestro, pero todo apunta a un asesinato. Sus incoherencias durante los interrogatorios le han convertido en el presunto asesino. Dos pistas han sido claves: el móvil de la víctima y las grabaciones de las cámaras de seguridad
Los supuestos secuestradores no se llevaron el teléfono de Pilar. La policía cree que lo tenía el marido y su geocalización lo sitúa donde aparecieron los huesos de la víctima.
Además las cámaras de seguridad de Ciudad Victoria, donde vivían, revelan que llegó a casa a las 9 de la noche. Dos horas más tarde de lo que se tarda en hacer el camino de vuelta. Jorge lo niega todo.
Aunque tenían dudas, la familia siempre le defendió. La madre de Pilar, incluso, se alojó en su casa mientras repatriaban los restos de su hija. Pero hay más, la policía averiguó que Pilar no quería seguir viviendo en México.
Ahora, se investiga si este fue el detonante del conflicto entre la pareja.