Cáncer infantil
Es un superhéroe con el poder de sacar una sonrisa y devolver la ilusión a los niños y niñas que están ingresados en la planta de oncología de los hospitales. Eduardo se quita el uniforme de policía nacional, y se enfunda el traje de Spiderman para visitar a los niños enfermos de cáncer para devolverles la ilusión y darles fuerza para sobrellevar los duros momentos que pasan.
Spiderman, hombre araña, Peter Parker,... podemos llamarle cómo queramos. Pero lo que tenemos claro es que Eduardo es un superhéroe. Porque eso es lo que es para los niños con cáncer a los que visita. Aunque no se considera un héroe porque, nos dice, "los verdaderos héroes son ellos, los niños".
Ha recorrido las plantas oncológicas de hospitales de todo el país, tejiendo una tela de araña de ilusión con la que atrapa todos los males de unos niños, que están enfermos, pero siguen siendo niños. "La inocencia de los niños no tiene límite. Y cuando me ven entrar en sus habitaciones, a quien están viendo en realidad es a Spiderman. Y por un momento consigo sacarles de la dura realidad en la que están viviendo", asegura.
Y si hay una pandemia que prohíbe o restringe las tan necesarias visitas al hospital, nuestro hombre araña, no duda en deslizarse por la fachada, que para eso sirven los superpoderes. Lo hace con un poco de ayuda, eso sí: descolgándose desde la terraza con la colaboración de los bomberos
El Spiderman de los hospitales
Y como todos los superhéroes, tiene una doble vida: cuando se quita el traje de Spiderman, se pone otro uniforme, quizá con menos poderes, aunque también le sirve para ayudar. Porque Eduardo es agente de la Policía Nacional en Málaga. "Yo me hice policía porque tengo vocación de servir a los demás. Y realmente, eso es lo que hago también cuando me calzo el traje de Spiderman", cuenta.
Él les lleva esperanza, y ellos le regalan sabiduría, "porque por mucha experiencia que tenga, luchan, y cuando no hay ya más alternativas cómo se enfrentan a la muerte".
Les da la única pastilla que no pueden proporcionarles los médicos. Porque además de pastillas y tratamientos, hay medicinas que no se ven, pero que curan y quitan los dolores de cuerpo y espíritu.