Duques de Cambridge
Hace nueve años que el mundo se enteraba del nacimiento del primogénito de los duques de Cambridge, Guillermo y Kate. Como cada 22 de julio, han seguido la tradición de publicar una foto en su cuenta de Instagram para felicitarle.
La tierna imagen ha sido difundida por el palacio de Kensington a última hora de la tarde del jueves 21 de julio, fue tomada en la playa durante unas vacaciones familiares a principios del mes de julio. En ella podemos ver al príncipe sonriendo ampliamente, vestido con un polo azul. Este gesto, es totalmente diferente a los que mostraba en sus últimos compromisos formales, como las celebraciones del Jubileo de Platino de Isabel II o en Wimbledon, donde pudimos ver claramente sus muestras de aburrimiento, a pesar de que George es todo un aficionado al tenis. En dichas celebraciones, él y su hermana se convirtieron en los grandes protagonistas, dejándonos imágenes muy divertidas, incluso una en la que su madre, Kate, le regaña.
La agenda del (ya no tan) pequeño George
Por el momento, el pequeño, se está tomando un descanso de sus actos oficiales. En su agenda de verano, se encuentran sus visitas a su bisabuela Isabel en Balmoral, además de unos días de descanso en Anmer Hall, su residencia de campo en Cambridge y puede que la familia visite Mustique, la isla privada caribeña que la familia adora.
Después del verano le esperan grandes cambios, y es que el príncipe George se ha visto sumido, al igual que el resto de los Cambridge, en unos cambios que afectaran a la Familia Real británica. Kate Middleton y el príncipe Guillermo comenzarán una nueva vida en septiembre en Adelaide Cottage, una residencia ubicada en los terrenos de Windsor, por lo que este verano será ajetreado para los Cambridge.
¿Por qué este cambio?
El objetivo de este cambio de aires es que la familia esté más cerca de la reina Isabel II, y este verano ha sido la fecha elegida para comenzar la mudanza. La familia ha tomado la decisión de abandonar el Palacio de Kensington para mudarse a Adelaide Cottage, una vivienda ubicada a menos de diez minutos de los apartamentos privados de la reina Isabel II en el Castillo de Windsor. Guillermo y Kate esperan terminar este traslado lo antes posible, para en septiembre tener todo listo en su nueva casa antes de que de comienzo el próximo curso escolar.