Estafa
Son ladrones especializados que actúan en pareja y se mueven por toda España.
Las estafas relacionadas con los falsos revisores del gas y de la luz crecen año tras año. Según explican los Mossos d'Esquadra, las víctimas suelen ser personas mayores que viven solas.
El 'modus operandi' es siempre el mismo. Los estafadores se presentan en casa de la víctima sin previo aviso para, según dicen, realizar una revisión rutinaria del servicio. Sin embargo, los ladrones aprovechan la visita para robar efectivo, joyas, tarjetas, libretas bancarias y teléfonos móviles.
Por ello, la policía catalana recomienda no abrir la puerta a extraños y explica que en estos casos es la propia empresa distribuidora la que se tiene que poner en contacto con los residentes para llevar a cabo la revisión de la instalación. Entonces, el usuario puede optar por un instalador de confianza o por el profesional que ofrece compañía.
Se duplican las estafas
En lo que llevamos de año se han producido 186 denuncias mientras que en 2019 se registraron 96 y en 2018 se llegó a las 98. Precisamente en Cataluña este tipo de timos se han duplicado en solo 1 año.
"Los delincuentes no tienen ningún tipo de inconveniente en desvalijar, ya sea mediante un hurto, una estafa o robando las tarjetas y haciendo disposiciones en efectivo en cajeros con el numero pin", detalla el subjefe de Proximidad y Atención al ciudadano de los Mossos, Sergi Martínez.
Ladrones especializados
Debido a la pandemia del coronavirus y los confinamientos, los hurtos que antes se cometían en la calle se han trasladado a los domicilios. No ha sido lo único que ha cambiado, el perfil del estafador también.
"Antes eran hombres y ahora principalmente son mujeres jóvenes que van en pareja, y tienen un conductor esperándolas para desplazarse a otro sitio. Es más fácil que una mujer mayor deje entrar en su casa a otra mujer que a un hombre".
Para dar caza a los delincuentes, la policía y los Gremios de Instaladores de Cataluña han puesto en marcha una campaña de prevención e información, que se centrará en el área metropolitana donde se registran el 80% de los delitos.