Un "dulce" elefante de 2 metros de altura para ser el mejor chocolatero del mundo: "Había mucho riesgo"

26 años de puro talento chocolatero. Así definen a Lluc. Confiesa que estaba nervioso durante la final en París. Llevaba preparándose dos años para este concurso. Todos los participantes, de 18 países, debían elaborar varios postres, un bombón y una escultura. Lluc lo tuvo claro su gran postre sería un gran elefante.

Su elefante se ha elaborado con 170 kilos de cacao, tiene 2 metros de altura y es "un animal mitad natural, mitad robot". Lluc buscaba "un equilibrio entre la naturaleza y la tecnología". Pero que no se preocupen los más golosos, la parte robótica también es de chocolate para dar un bocado a cualquier parte del dulce paquidermo.

El proceso es tan artesanal como tecnológico porque el diseño de toda la escultura se ha hecho gracias a técnicas 3D. Un trabajo, que según Crusellas, "ayuda a ganar mucho tiempo a la hora de hacer moldes o trabajar texturas".

Durante el concurso había "mucho riesgo" porque debían levantar con una grúa toda la escultura. Dice Crusellas que "habían entrenado mucho ese movimiento en el obrador" y que gracias a ello "salió todo perfecto".

El joven nacido en Santa Eulàlia de Riuprimer, un pequeño pueblo de Barcelona, descubrió su pasión mientras trabajaba un verano en el restaurante de Nando Jubany. Desde entonces se ha formado en las escuelas Espai Sucre y Hoffmann. Ahora gracias a todo su equipo, a sus técnicas innovadoras y a su talento se ha convertido en el primer español en ganar este certamen.