Volcán de La Palma
La enorme cantidad de lava que ha ido arrasando con cientos de hectáreas de La Palma y su llegada al mar ha modificado por completo su topografía y también la vida de los palmeros.
Tras un mes en erupción, el volcán de La Palma ha cambiado drásticamente el paisaje del sur de la isla. Con unos 100 millones de metros cúbicos de material volcánico, según la última estimación difundida por el comité científico, el antes y el después de esta zona de la 'isla bonita' es devastador.
En el vídeo que acompaña ha esta noticia se puede observar a vista de pájaro el lugar dónde se encuentra el Cumbre Vieja. Donde antes existían colinas llenas de vegetación, ahora solo hay lava. El 19 de septiembre fueron las que vieron comenzar la erupción y ese mismo día, desaparecieron. Desde entonces no ha parado su actividad y a día de hoy se puede seguir viendo en ese mismo punto los gases que expulsan las bocas activas. De hecho, la enorme cantidad de gases que se expulsan, dificulta la visión del cono que sigue creciendo.
Un mes agotador para los palmeros
Pero sin duda, el cambio más dramático es la desaparición de viviendas y barrios enteros. Todos recordarán la iglesia de Todoque, de la que un día se tuvo esperanza en poder salvar. Terminó igual que miles de edificaciones en la isla: sepultada por la lava. Tal es es así, que el barrio ha desaparecido por completo. Solo se ven las coladas de lava que siguen descendiendo colina abajo.
La costa también ha cambiado, y mucho. La playa de los Guirres ya no existe y ahora hay una fajana en su lugar que ya mide lo mismo, aproximadamente, que el Estado del Vaticano. Es isla baja mide al menos 40 hectáreas y ahora, si la colada norte llega al mar, podría formarse una nueva en una zona diferente de la isla.
Este es el balance de un mes agotador para los palmeros que han visto caer ante sus ojos sus casas, tierras, pasado, presente y futuro.