Colmenar Viejo
Los ocho menores malvivían en una habitación, tenían prohibido pisar el salón y eran castigados mediante maltrato físico.
Los vecinos de la pareja que presuntamente maltrataba a sus ocho hijos menores de edad en Colmenar Viejo, Madrid, habrían asegurado que los menores estaban "siempre solos", que llegaron a incendiar la valla y "casi queman la casa". También abrían revelado que pasaban "horas y horas" solos en el patio.
Los padres han quedado en libertad este sábado bajo medidas cautelares. A ambos se les ha retirado cautelarmente la patria potestad de los menores, de los que tienen una orden de alejamiento y que han quedado ingresados en un centro de primera acogida de la Comunidad de Madrid.
No podían pisar el salón y les dejaban a la intemperie en el patio
La investigación se originó días antes a raíz de una denuncia donde se ponía en conocimiento unos presuntos malos tratos contra una menor de edad ocasionados por su progenitor. A raíz de estos hechos se realizó un estudio pormenorizado del entorno familiar de la presunta víctima, contrastando también los datos con los agentes tutores de la Policía Local y Servicios Sociales de Colmenar Viejo.
La investigación judicial confirmó "una grave situación de desamparo" y de violencia doméstica, presuntamente ejercida por el padre, al que también se investiga por un posible delito de hurto, pues al registrar la vivienda se hallaron uniformes y material hospitalario cuya procedencia no se pudo acreditar.
Los menores solían faltar constantemente a clase, siendo justificadas las ausencias escolares por el padre, que ejerce de médico en un hospital madrileño. Fue entonces cuando se establecieron vigilancias en las inmediaciones del domicilio familiar, donde las sospechas confirmaron los recelos de los investigadores. Los hijos malvivían en una habitación, tenían prohibido pisar el salón y eran castigados mediante maltrato físico o dejándolos a la intemperie en el patio de la vivienda.
Situación insalubre
De los dos baños existentes, solo uno de ellos era utilizado, encontrándose sucio y lleno de enseres. La cocina presentaba un aspecto "deplorable", sin limpiar y en una situación higiénico sanitaria pésima. Se hallaron una gran cantidad de uniformes hospitalarios (batas, trajes de quirófano), material hospitalario (guantes, mascarillas, gasas, medicamentos), de los que en un primer momento no pudo acreditar su lícita procedencia por lo que se investiga al varón por un delito de hurto