Infarto
Los agentes le hicieron la RCP, gracias a un curso recibido, y activaron el desfibrilador que se incorporó recientemente a los coches patrulla.
La rapidez de José y Pablo, dos agentes de la Policía Local de la localidad pontevedresa de Marín, ha servido para salvar la vida a un vecino de la localidad. Estaban patrullando cuando recibieron un aviso del 112 en el que se alertaba de que un hombre había sufrido una parada cardiorrespiratoria en una gasolinera cercana a su ubicación. Pocos minutos después llegaron al lugar y comenzaron la maniobra que le salvó la vida.
A Pedro Rodríguez, que así se llama el septuagenario que estaba sufriendo un infarto, le hicieron la RCP y aplicaron las descargas del desfibrilador que, desde hace un año, se ha incorporado a los coche patrulla de la localidad. Una herramienta básica para salvar vidas.
No hicieron todo esto solos, un técnico del 061 que se encontraba fuera de servicio recibió el aviso en la aplicación móvil de emergencias y no dudó en acercarse. Fue él quien coordinó la maniobra de estos dos agentes hasta que llegó la ambulancia. Entre los tres culminaron la operación.
Tal fue el susto de la patrulla que no dudaron en llamar al hospital e interesarse por la víctima. El hombre, posiblemente gracias a ellos, se ha recuperado sin secuelas, aunque continúa ingresado. Mientras, las felicitaciones de la familia y amigos de Pedro no han tardado en llegar a estos dos agentes que han recibido un escrito de todos ellos por su labor.
Destacan ambos la importancia de haber recibido cursos de primeros auxilios y la incorporación de los desfibriladores a los coches patrulla. Sin esto, y sin su agilidad, no hubiesen conseguido un final feliz para esta historia.