Persecución policial
Una mujer, que huía en un coche robado, resultó muerta y su compañero gravemente herido, tras los disparos efectuados por los agentes en una espectacular persecución policial.
Dos años y nueve meses de cárcel por homicidio y lesiones. Esa es la condena impuesta a dos policías municipales que, según la sentencia judicial cometieron una “imprudencia profesional grave con uso de arma de fuego” en el transcurso de una persecución policial en Vizcaya y que terminó con la muerte de una mujer y un herido grave.
Los hechos se remontan al 9 de marzo de 2020. Un día antes, un delincuente, viejo conocido de la policía, había robado, junto con su novia, un coche en Barakaldo, aprovechando el despiste de su propietaria mientras bajaba la compra.
A media tarde del día 9, una patrulla de la policía municipal de Portugalete ve pasar el vehículo y comienza la persecución a la que se une una segunda patrulla. Después de varios kilómetros de persecución, atravesando incluso un concurrido centro comercial, los agentes logran bloquear con sus coches al vehículo en fuga. Sin embargo, el delincuente arremetió contra ellos. En ese instante, y tras darles el alto, los cuatro agentes desenfundan sus armas. Dos de ellos, uno de cada patrulla, abren fuego.
Según se explica en la sentencia J.M.E.H., de 48 años, con 17 años de experiencia, fue el primero en abrir fuego. Disparó en ocho ocasiones. El otro policía, A.F.F. agente en prácticas de 33 años, efectúa 11 disparos. Una de las balas de este último alcanzó en la nuca a la mujer, que viajaba de copiloto en el coche robado, y le provocó la muerte en el acto.
Los disparos de ambos provocaron heridas de gravedad al conductor que le han dejado secuelas. En el mismo momento del incidente se comprobó que los delincuentes no portaban armas y solo llevaban una botella de coca cola y unas galletas robadas en un supermercado.
Tres años después, el juzgado de lo Penal número 1 de Barakaldo ha condenado a los dos policías a sendas penas de dos años y nueve meses de cárcel, respectivamente, como autores de los delitos de homicidio y lesiones. No ingresarán, sin embargo, en prisión al carecer ambos de antecedentes penales.
Al principal acusado se le imponen también tres años y medio de inhabilitación para el ejercicio de su profesión y otros tantos de privación de la tenencia y porte de armas. Su compañero tampoco podrá ejercer el oficio policial durante 18 meses ni tampoco usar armas durante ese tiempo.
La compañía aseguradora del Ayuntamiento de Portugalete, responsable civil subsidiario, debe indemnizar con una cifra cercana al medio millón de euros a las víctimas, la hija menor y la madre de la fallecida, así como al conductor herido.