Posible negligencia
Aitor, de ocho años, murió en octubre de 2020 por una peritonitis. Un reciente informa ha revelado una posible "mala praxis" de dos médicas.
Dos médicas han sido imputadas por una posible mala praxis relacionada con el fallecimiento de un niño, por peritonitis, en octubre de 2020. El chaval tenía tan sólo 8 años y acudió a Urgencias hasta en cinco ocasiones.
La resolución del juez, a la que ha podido acceder la agencia EFE, ha citado a las dos mujeres para que presten declaración, en compañía de un abogado y en calidad de investigadas, el próximo 12 de diciembre. Una de ellas pertenece al hospital de Elda, en Alicante, mientras que la otra ejercía en un centro de salud de Petrer.
Aitor murió por peritonitis
El suceso tuvo lugar en octubre de 2020, el año de la pandemia. Aitor, un niño de ocho años, presentaba fuertes dolencias en la zona abdominal. La abuela del chico lo llevó al pediatra, quien lo derivó al hospital de Elda porque vomitaba entre siete y nueve veces al día durante más de 48 horas, con un dolor abdominal cólico.
Su abuela, tal y como cuenta ella misma, en un vídeo subido a redes sociales, lo llevó un total de cinco veces a la unidad de Urgencias de los centros sanitarios de ambas médicas. No obstante, a pesar de las reiteradas visitas, tan sólo se le realizó un análisis de la orina y se le recetaron fármacos para combatir los vómitos.
No obstante, Aitor acabó muriendo. La autopsia, llevada a cabo por el Instituto Anatómico Forense, confirmo que, a las 09:00 horas de la mañana del miércoles 28 de octubre de 2020, el niño había fallecido por peritonitis.
Un posible caso de "mala praxis"
La citación de las dos trabajadoras llega tras recibirse, en el juzgado, el análisis de una perito que afirma que pudo haber una "mala praxis" que acabó provocando la muerte de Aitor, al no obrar correctamente, ya fuera por "ignorancia o desidia". Además, el informe añade que fue "un error" no realizar otras pruebas, más allá del análisis de orina, teniendo en cuenta las condiciones del chico.
Por otro lado, esta presunta mala praxis podría deberse a un rellenado del informe médico del paciente con un texto poco específico en el que no se señalaban muchos de los síntomas presentes en el paciente. Concretamente, omite los síntomas de ojeras, obesidad, dolor a la palpación, foliculitis, ni tampoco se especificó la frecuencia cardíaca, un dato "fundamental".