Galicia
Los vecinos de una pequeña localidad lucense denuncian que la pieza se llevó a restaurar hace una década y aun no la han devuelto.
Es un misterio, aunque empieza ya a tomar forma. Diez años después los vecinos de una pequeña parroquia de Pol, en Lugo, se unen para denunciar la falta del retablo de la Iglesia. "Se lo llevaron el 2013 y al parecer lo tiene un vecino de Lugo en su taller", comenta un hombre.
Y ese vecino Lugo confirma que tiene el retablo. Sostiene que el alcalde le pidió que lo guardase en su local hasta que fuese restaurado y, a cambio, percibiría un dinero en concepto de alquiler. El caso es que nunca ha recibido ningún pago.
Harto de que el regidor no contestase al teléfono, no respondiese a los burofax e ignorase sus mensajes, decidió colocar una pancarta en la Iglesia en la que insta a "pagar" los "pufos".
Esto ha servido para reabrir viejas heridas de los vecinos, otros perjudicados, que una década después siguen sin retablo en el templo.
Pero no es el único problema relacionado con la Iglesia en la zona. Cuando la anterior quedó muy antigua, en lugar de restaurarla el párroco optó por construir otra, a unos 40 metros, con un aspecto que poco recuerda a un templo. "Podría ser una granja de pollos, es horrible, no tiene ni campanario", se queja un vecino. Ni campanario, ni crucifijos, ni nada que pueda relacionarla con su misión principal. Es más, denuncian en la zona que "llueve dentro" a causa de las goteras.
Tras varios intentos por contactar con el alcalde de Pol, ha rehusado hacer declaraciones, tan siquiera contestar al teléfono. Así que finaliza la historia sin retablo, ni conocer quién es exactamente el deudor.