2010 | EL JUICIO AÚN NO TIENE FECHA
Los padres de la pequeña, residentes en Barcelona pero que estaban de vacaciones en Lleida cuando sucedieron los hechos, se han querellado contra el hospital por una supuesta negligencia médica, ya que consideran que los facultativos no hicieron las suficientes pruebas para llegar a un diagnóstico acertado que hubiera podido evitar la muerte del bebé.
El juez ha admitido a trámite la denuncia y este mediodía ha tomado declaración a las dos querelladas, que son la doctora que tomó las decisiones y la responsable del servicio. Según la denuncia, el 26 de agosto la pareja llevó a la pequeña al hospital de Tremp con vómitos y un fuerte dolor abdominal y tras las primeras exploraciones los médicos determinaron que la niña era diabética.
Sin embargo, esa misma madrugada la niña vomitó sangre coagulada y una nueva prueba reveló que no había acetona en su cuerpo, por lo que no podía sufrir diabetes. La niña falleció a las seis de la mañana a causa de una obstrucción intestinal, según confirmó posteriormente la autopsia.
Los padres de la menor creen que si los médicos hubieran realizado más pruebas médicas a la pequeña, como una simple ecografía o una radiografía, hubieran diagnosticado a tiempo la obstrucción. "Antes que nada, lo que queremos conseguir es que no se puede continuar con esta duda, es algo que se tiene que cerrar, y lo segundo, que si realmente hay cosas mal hechas, que se puedan evitar en un futuro, queremos aportar nuestro grano de arena para que esto no vuelva a pasar", ha señalado el padre de la pequeña, Marc Pérez. Le fecha del juicio aún está por determinar.