TRAS UNA PERSECUCIÓN DE PELÍCULA
Los dos coches de la Guardia Civil acabaron empotrados contra
una farola y la columna de un establecimiento. Precisamente esa columna, a la
entrada de la tienda, evitó que alguno de los vehículos entrase dentro del
local.
Los agentes perseguían a un sospechoso que estaba en búsqueda
y captura por varios asaltos con violencia, pero al darle el alto se dio a la
fuga. La persecución en coche acabo en un cruce, con el violento impacto entre
los dos coches patrulla.
El vehículo del fugitivo sufrió un pinchazo y la persecución
continuó a pie hasta su casa, donde fue detenido. Cuatro agentes resultaron
lesionados, en particular uno de ellos que tuvo que ser hospitalizado y operado
por rotura de húmero.