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Estos son los problemas de salud que puedes sufrir si duermes siestas de más de 30 minutos

Un estudio realizado por la investigadora Marta Garaulet de la Universidad de Murcia relaciona dormir la siesta con diferentes factores metabólicos que afectan a la salud.

Chica durmiendo la siesta en la camaPixabay

La siesta se podría considerar como una tradición en España. Especialmente ahora que llega el buen tiempo, apetece echarse después de comer y hacer un pequeño descanso. Se ha hablado incontables veces de cuál es la siesta perfecta, algo en lo que influyen muchos factores. Y uno clave es la duración.

Un estudio realizado por la investigadora Marta Garaulet de la Universidad de Murcia, vinculado a la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, ha demostrado que existe una relación directa entre las siestas largas, es decir, de más de 30 minutos, con el riesgo de sufrir obesidad.

"La duración, la posición en la que se duerme y otros factores específicos pueden afectar a la salud”

Marta Garaulet

Más de 3000 adultos de 18 a 65 años de la Región de Murcia han participado en este análisis que comprueba los efectos de la siesta en la salud metabólica. Así, el 35% de los 3275 participantes admiten que duermen siesta cuatro veces por semana de media. "No todas las siestas son iguales. La duración, la posición en la que se duerme y otros factores específicos pueden afectar a los resultados de una siesta para la salud", explica Garaulet, doctora de la División de Sueño y Trastornos Circadianos del Hospital Brigham and Women's.

Siestas largas y cortas

Por este motivo, el análisis divide a los participantes en tres grupos: aquellos que no hacen siesta, aquellos que hacen siestas cortas (de menos de 30 minutos) y aquellos que hacen siestas largas (de más de 30 minutos). Este último grupo representaba el 16% de los encuestados, mientras que el 20% duermen siestas cortas.

La diferencia entre los dos tipos de siesta es notable: el 19% de los que tomas siestas largas reconoces sentirse mal al levantarse, mientras que entre los que toman siestas cortas este porcentaje baja al 8%. También es más frecuente, en los que toman siestas largas, despertarse con hambre o con ganas de comer algo dulce. Además, se relaciona con hábitos poco saludables, como realizar comidas e irse a dormir más tarde por la noche, e incluso con una mayor ingesta de calorías y consumo de tabaco.

El estudio determina también que las personas que duermen siestas largas tienden a presentar índices de masa corporal (IMC) más altos, una presión arterial elevada y son más propensos a desarrollar problemas cardiovasculares, diabetes u obesidad. Por el contrario, estos efectos no se producen en aquellos que duermen siestas de menos de 30 minutos. Es más, suelen tener menos índices de tensión arterial alta -incluso menor que aquellos que no duermen la siesta-.

De hecho, quienes duermen siestas cortas parecen tener beneficios sobre su salud, ya que tienen menos predisposición a presentar tensión arterial elevada que aquellos que no duermen siesta.

Los resultados de este estudio son un paso más para conocer como afecta dormir la siesta a nuestro metabolismo y qué ventajas y desventajas puede tener, lo que abre camino para futuras investigaciones.

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