Día Mundial del Glaucoma
El glaucoma no da sintomatología, pero la tensión del ojo es la primera clave. Además, tiene que existir afectación del campo visual y nervio óptico. El daño que produce es irreversible.
Hoy, 12 de marzo, es el Día Mundial del Glaucoma. Se trata de un grupo de enfermedades de los ojos que pueden causar pérdida de visión y ceguera al dañar el nervio ubicado en la parte de atrás del ojo, conocido como nervio óptico. Los síntomas pueden empezar tan lentos que es posible que no los note por eso los expertos hacen hincapié en la importancia del diagnóstico precoz, que sólo es posible acudiendo a revisiones periódicas.
"Es una enfermedad muy importante por muchos motivos. Primero porque su incidencia es muy alta gracias al diagnóstico precoz, algo básico para que la enfermedad no evolucione. Es la principal causa de ceguera irreversible en países no desarrollados. En países desarrollados fue durante un tiempo la principal causa de ceguera porque no se diagnosticaba pero actualmente lo podemos en resolver en fases tempranas", explica la doctora Teresa Sánchez-Minguet, responsable- oftalmóloga de la Unidad de Oftalmología del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, Vithas Valencia Consuelo y Vithas Aguas Vivas.
Uno de los problemas del glaucoma es que no da sintomatología. Al paciente no le duele el ojo, cuando deja de ver es muy tarde y es en una revisión ordinaria, donde siempre incluimos la toma de tensión ocular donde se valora si puede desarrollar después un glaucoma. "Para que exista glaucoma tiene que haber tensión ocular alta (aunque hay casos especiales), afectación campo visual y nervio óptico. Existiendo solo una tensión ocular alta, no se denomina glaucoma", indica la doctora.
Sánchez-Minguet explica que uno los factores fundamentales en el glaucoma es la herencia genética. "Todos los que tienen antecedentes maternos o paternos de glaucoma en su familia, en edades tempranas ya -18 o 20 años- deben hacerse una toma de tensión dado que la posibilidad de incidencia aumenta con la edad. Y a partir de los 40 años, todo persona debe hacerse una revisión anual de la tensión ocular. Hay otros factores, como enfermedades generales, diabetes, miopías elevadas... pero el factor genético es muy importante", insiste Sánchez-Minguet.
Otro dato importante es que el daño que produce es irreversible. "Cuando ya se ha establecido un daño, no se recupera. De ahí la importancia. Porque, por ejemplo, una catarata la operas y recuperas la visión, pero un glaucoma partes de cero desde el momento que se diagnostica y trata", relata la doctora, quien concluye que lo fundamental es diagnosticarlo en fases precoces, tratándolo con el tratamiento personalizado, haciendo que esas tensiones estén bajas y controlando el campo visual y nervio óptico periódicamente, puesto que en la mayoría de los casos se frena.
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