MADRE E HIJA SE ENCUENTRAN BIEN
El caso de Lina Álvarez saltó a la luz pública en el mes de septiembre, cuando la lucense, embarazada entonces de ocho meses y con 62 años, protagonizó una serie de entrevistas explicando cómo había recurrido a la fecundación in vitro para materializar su deseo de volver a ser madre. Ella misma había aclarado que el óvulo, a partir del cuál se formó el embrión, no era suyo y que la implantación se había llevado a cabo a una mujer 20 años después de su menopausia.
Lina Álvarez ha explicado que del nacimiento se encontraba cansada y que deseaba recuperarse de la cesárea antes de presentar públicamente a su hija, que también se llama Lina.
El parto tuvo lugar este lunes y la doctora ha declarado que se encuentra "muy feliz". La recién nacida es la tercera de sus hijos, con una diferencia de 27 años entre su hermano mayor.
La autorregulación desaconseja la reproducción asistida a partir de los 50, pero no está prohibida.