EN CASTELLÓN
Los padres del presunto asesino de su pareja sentimental, una mujer moldava de 26 años cuyo cadáver se localizó el pasado domingo en Ulldecona (Tarragona), que fueron detenidos este martes por su implicación en los hechos delictivos, han pasado a disposición judicial en Vinaroz (Castellón).
Según han informado fuentes de la Guardia Civil, los progenitores del homicida, un joven de 22 años y nacionalidad rumana, han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción y Violencia de Género número 4 de Vinaroz a las 10.45 horas.
El padre y la madre han llegado en coches separados a las dependencias judiciales directamente desde el cuartel de la Guardia Civil. Según informó este martes el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, ambos están detenidos por supuesto encubrimiento en este suceso.
El pasado lunes, el titular del citado juzgado decretó el ingreso en prisión provisional de la pareja de la mujer cuyo cadáver fue encontrado con signos de violencia y enterrado en un descampado en Ulldecona, a veinte kilómetros de Vinaroz, donde residía la víctima.
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Vinaròs ha acordado hoy la libertad provisional de los padres del joven que se encuentra en prisión preventiva desde el pasado lunes por la muerte de su compañera sentimental.
Se les investiga por un delito de homicidio y el magistrado les ha impuesto como medidas cautelares la prohibición de salida del territorio nacional, la retirada del pasaporte y comparecencias en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.
El juez instructor, con competencias en materia de violencia de género, ha decidido también prorrogar un mes el secreto de las actuaciones.
Además del presunto asesino, fueron detenidas por estos hechos otras dos personas, inicialmente investigadas por el mismo delito y que han quedado en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado una vez al mes.
Este último crimen eleva a 991 las mujeres víctimas mortales de la violencia de género, unos asesinatos que empezaron a registrarse en 2003. El 31,8% de esas mujeres eran extranjeras. Solo una de las 16 mujeres asesinadas en lo que va de año había denunciado a su agresor.