Sociedad
A la hora de viajar existe una gran oferta de alojamientos, por este motivo es importante que se sepan bien las diferencias entre cada uno de ellos.
El primer paso para llevar a cabo una excursión o un viaje es escoger el destino y después, el alojamiento que más se adapte a las necesidades de los viajeros o del plan establecido.
Hoy en día, hay multitud de alojamientos desde barcos, burbujas hasta hostales u hoteles. Existe una amplia oferta con diversos precios y prestaciones, así como muchas páginas web que rastrean todos los buscadores para localizar las mejores ofertas. Todo a un solo golpe de clic, pero lo más importante es saber qué se está reservando, a quién y cómo.
Ya no solo las empresas hoteleras dueñas de hoteles y hostales ofrecen alojamientos, los anfitriones de viviendas particulares también pueden poner a disposición de turistas o huéspedes de corta duración sus propiedades a cambio de dinero o de una estancia en otro lado del mundo. También los campings siguen en alza en la temporada estival o las casas rurales muy populares entre aquellas personas que buscan la conexión con la naturaleza y el slow life.
A pesar de todas las nuevas formas de alojarse, las más solicitadas siguen siendo los tradicionales hoteles y hostales, pero no todos los huéspedes saben las diferencias que existen entre ellos.
Según la Real Academia Española (RAE), un hostal es: “establecimiento hotelero de categoría inferior a la del hotel”. Es similar a una pensión, una hostería o a una antigua posada. El hostal es un tipo de alojamiento con precios económicos, servicios básicos y las habitaciones pueden ser compartidas o privadas. Además, la mayoría de este tipo de establecimientos suelen estar regentados por familias locales y no por grandes multinacionales.
Los hostales son una buena opción para personas que quieran viajar con bajo presupuesto, jóvenes o grandes familias que necesiten mucho espacio a bajo coste. Asimismo, suelen tener zonas comunes como cuartos de baño, cocinas o zonas de descanso en las que se puede socializar y compartir la experiencia con otras personas, una buena opción para turistas que viajen en solitario.
Por su lado, un hotel es definido por la RAE como: “establecimiento de hostelería capaz de alojar con comodidad a huéspedes o viajeros”. Este tipo de alojamiento es más costoso, los servicios son más personalizados y las habitaciones son todas privadas con baño en el interior. La experiencia para el cliente puede ser más o menos cómoda en función del tipo de habitación que haya reservado y de las estrellas con las que cuente el propio establecimiento. En el propio edificio suele haber restaurante, gimnasio, piscina, recepción, servicio de habitaciones y también reservan salones para bodas, conferencias o eventos diversos. La mayoría de hoteles forman parte de las grandes cadenas hoteleras multinacionales.