Género
Según un estudio de ESADE existen diferencias en los resultados entre chicos y chicas en matemáticas desde Educación Primaria. Esto se evidencia en menor autoconfianza, mayor ansiedad hacia las matemáticas y afectación emocional en las niñas, lo que les lleva a resultados más bajos.
Todo comienza en el final de la educación primaria, es durante estos años cuando los niñas piensan con mayor probabilidad respecto a los chicos que las matemáticas son aburridas y difíciles aunque les dediquen tiempo y estudio. Basándose en los datos de los últimos informes PISA existen ya diferencias entre ambos sexos en los resultados de matemáticas desde Educación Primaria.
Las niñas suelen tener menor confianza, les genera mayor ansiedad y una afectación emocional que les lleva a tener resultados más bajos. A partir de los 15 años, ellas reconocen sentirse nerviosas al intentar resolver problemas matemáticos.
Una percepción que arrastran hasta bachillerato. Cuando llega la hora de elegir asignatura dependiendo de la carrera que se quiera cursar, los analistas han observado que hay menos mujeres en las ramas científico-técnicas que hombres. Eso si, las que llegan a finalizar los estudios lo hacen de manera más exitosa que ellos.
Lo mismo ocurre en la EVAU, ellas apenas se decantan por materias como Física o Dibujo Técnico a pesar de que tener notas muy similares a las de los chicos en estas asignaturas.
Una vez en la Universidad esta brecha de género continúa. En los grados universitarios conocidos como STEMP (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) las mujeres son minoría respecto a los hombres. Según el estudio no llegan ni al 50%, en el caso de Matemáticas (36%), Física (27%), Telecomunicaciones (23%), o Informática (13%) son especialmente bajas.
Pero no solo ocurre en la Universidad, también en la Formación Profesional, donde la diferencia es aún mayor. Tanto en los grados medios como superiores relacionados con las matemáticas la proporción es de nueve hombres frente a una mujer.
Aunque hay muchas mujeres que finalmente optan por una carrera STEMP, los análisis demuestran que no siempre acaban trabajando en este sector. Según los datos tienen un 2,7% menos de probabilidades de ocupación respecto a los hombres con la misma titulación.
A pesar de estos datos, según el estudio en España, las mujeres que si trabajan en este ámbito se enfrentan a una brecha salarial sensiblemente menor al promedio, y notablemente menor a sus equivalentes en otros ámbitos laborales. Además las que optan por estos empleos suelen trabajar jornada completa.
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