Tráfico de drogas
En las últimas horas se han producido dos nuevos arrestos vinculados a esta trama delictiva. Los detenidos pertenecen a una conocida familia de Ayamonte vinculada al narcotráfico. Se han incautado más de siete toneladas de hachís que, presuntamente, traían desde Marruecos en pequeñas embarcaciones de pesca.
Una pistola eléctrica Táser, aparatos de visión nocturna, sistemas de videovigilancia, detectores de frecuencias o balizas de seguimiento. Es parte del arsenal tecnológico con el que contaba una organización delictiva desmantelada en Ayamonte (Huelva) y dedicada, presuntamente, al tráfico de drogas. Hay diez detenidos, dos de ellos en las últimas horas, y los agentes de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria se han incautado, a lo largo de varios meses, 7,2 toneladas de hachís supuestamente propiedad de los ahora arrestados.
Hay también 15 embarcaciones intervenidas a la banda. En este caso no se trata de las conocidas narcolanchas con tres motores fuera borda que protagonizan veloces persecuciones en aguas del Estrecho. El grupo familiar desmantelado introducía, supuestamente, la droga en pequeñas barcas de pesca que, entre faena y faena, dedicaban alguna de sus jornadas a traer otro tipo de captura oculta en dobles fondos realizados en las embarcaciones. Los agentes de la Guardia Civil y de Vigilancia Aduanera creen que recibían en alta mar hachís procedente de Marruecos y después lo introducían por los puertos de pesca de la costa de Huelva, sobre todo Ayamonte e Isla Cristina.
Los agentes han localizado un zulo bajo tierra al que se entraba por un estrecho acceso un poco más grande que una alcantarilla. En el momento del registro no había droga en su interior. Tampoco esperaban encontrarla. La operación había comenzado en noviembre del pasado año. Desde entonces se han llegado a frustrar cinco alijos en los que se han intervenido 7,2 toneladas de hachís, parte de ellas ya en algunas de las casas utilizadas como "guarderías" de droga. Por eso, la fase final se centraba en la detención de los presuntos responsables de la organización, no en encontrar droga oculta. Además "casi que se esperaban ya la operación policial", señalan fuentes de la investigación.
Los diez detenidos, todos españoles y por debajo de los 40 años, pertenecen a una clan familiar de Ayamonte, conocido ya por sus antecedentes en el tráfico de drogas. Aunque es un tipo de familia diferente a otras ya famosas del sur de Cádiz. "No alardean del nivel de lujo que tienen otras organizaciones muy conocidas, sus casas son similares a las viviendas de pescadores habituales en este zona", añaden las mismas fuentes.
La forma de actuar era la misma siempre. Introducían los fardos de hachís en dobles fondos de embarcaciones recreativas y de pesca. Una vez en tierra era transportada en vehículos todoterreno hasta la "guardería" en la que era almacenada hasta ser distribuida posteriormente. Esos escondites eran siempre zulos bajo tierra o viviendas cercanas a la costa. Entre el material intervenido hay también 14 vehículos, tres de ellos robados y que han sido devueltos a sus dueños.
Fue en la madrugada del 27 de junio cuando se oyeron en Ayamonte los gritos de "alto, Guardia Civil" y de las puertas derribadas. Tres de los detenidos han ingresado en prisión por orden judicial, cinco más están en libertad bajo fianza y los dos últimos aún no han pasado ante el juez. Se les ha intervenido también 17.075 euros en efectivo y diez relojes de lujo. Se les acusa de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas.