Audiencia Provincial Valencia
El sanitario cerró la puerta impidiendo la entrada de la madre, que encontró a la niña con un body y con el pañal del revés.
La Audiencia Provincial de Valencia condena a un fisioterapeuta a 10 años y 4 meses de cárcel por abusar sexualmente de una niña de dos años con parálisis cerebral y retraso en el desarrollo motor, según la sentencia consultada por 'Europa Press'. También se le impone la inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades que conlleven contacto regular y directo con personas menores durante 18 años.
El condenado defendió que "únicamente" estudiaba el suelo pélvico de la menor para valorar su movilidad, pero el tribunal no ha creído su versión y le condena a pagar 10.350 euros a la víctima, de 20.300 euros a la madre y de 5.000 euros al padre.
La Fiscalía reclamaba para el joven 12 años de prisión por un delito de abuso sexual y, 14 años por agresión sexual; mientras que la acusación particular, que representaba a los padres de la menor, reclamaba 15 años de prisión para el sanitario y, la defensa, la absolución.
La víctima acudió a este fisioterapia a principios de 2022 como consecuencia de los problemas que sufría y que le impedían andar sola. La niña de apenas dos años iba al centro varias veces por semana.
Fue el 3 de mayo de 2022, cuando la bebé acudió a su cita con sus padres, el fisioterapeuta se la llevó a un despachos y cerró la puerta, mientras la madre esperaba fuera. La madre, alertada por el llanto se asomó y vio al sanitario con la menor encima de sus genitales, pero no pudo abrir la puerta. Avisó a su marido, quién logró abrir la puerta y entrar en la habitación.
La víctima tenía el body desabrochado y el pañal puesto al revés. Fue atendida en Urgencias donde le diagnosticaron varias lesiones y un trastorno de estrés postraumático.
El tribunal considera que la actuación del condenado tuvo un "significado sexual" que no tenía un "fin terapéutico o asistencial" tras las declaraciones de los padres "sin contradicciones sustanciales" y aportando "toda clase de detalles".
Así, la Audiencia estima que las declaraciones de los padres son "incompatibles" con las explicaciones del sanitario y con una posible finalidad terapéutica.
En la causa constan además que el acusado no informó a los padres del uso de una técnica tan invasiva; cerró la puerta con llave para realizar la sesión de fisioterapia, impidiendo la libre entrada de los padres; desvistió a la niña para realizar la fisioterapia; no utilizó los procedimientos y medios habituales, ya que usó un preservativo; no abrió la puerta, pese a que pudo percibir la alteración de la madre; intentó deshacerse del preservativo usado; tenía ADN de la niña en la parte interior de sus calzoncillos; y causó lesiones que no son propias de un acto terapéutico.
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