EN MADRID
Julián tiene 95 años, pero lo de anciano o abuelo no va con él. "Vas con señoras mayores en el autobús y a una se le cae el moco, a otra se le cae la baba... yo soy un chaval", afirma, asegurando que tampoco se relaciona con la gente de su edad.
No le gustan los médicos y todos los días sale a caminar por la calle a las seis de la mañana. Otra de sus aficiones es leer la prensa: "Todos los días me leo el periódico", afirma.
Lleva 66 años casado con Antonia. Julián bromea con que tuvo "bastantes novias, pero en serio solo con ella". "A esta la vi yo un día por la calle que era una jovencita maja, y digo, esta no se me escapa, y no se me escapó", dice.