Dietas adelgazar
El problema con el término dieta para adelgazar es que, bajo este concepto, se suelen englobar todos esos planes milagrosos que prometen resultados mágicos, en meses como el de agosto, a base de estar comiendo un cierto alimento, o bebiendo determinadas bebidas, haciendo ayunos, o consumiendo productos que no están al alcance de todos los bolsillos.
Aunque, lo peor es que la mayor parte son tan poco atractivas, y aún menos deliciosas, que no son soluciones sostenibles a largo tiempo. Es por esto que, lo que viene después, es el temido efecto rebote, provocando que recuperemos el peso perdido y, que en medio, nos dejamos también bastante dinero en suplementos, libros o productos que no son parte del consumo diario.
¿Entonces qué dieta saludable debemos seguir para perder peso?
Se torna difícil entonces, hacer una selección de las mejores dietas para adelgazar lo que resta de temporada veraniega, y conservar el peso el resto del año, a la vez que se disfruta de la comida. Pero, existen 3 dietas sencillas, saludables, equilibradas y sobre todo realistas para lograr esos objetivos que cada año parecen resistirse.
La dieta mediterránea, la DASH y la flexitariana son las tres dietas que cuentan con el respaldo de prestigiosas publicaciones, expertos e instituciones, así como con muchas personas que las han realizado y han obtenido resultados exitosos y a largo plazo.
Dieta mediterránea
La dieta mediterránea, la que por excelencia mejor se adapta al carácter y productos de nuestro país, promueve el consumo de alimentos frescos, principalmente frutas y vegetales de temporada, además del consumo de grasas saludables como el aceite de oliva, para adelgazar saludablemente.
Los beneficios del aceite de oliva, hoy intentado suplir por otros óleos de moda, radican en su alto contenido en vitamina E, betacarotenos y ácidos grasos monoinsaturados, que le aportan propiedades cardioprotectoras, además de un sabor característico a nuestros platos.
Otra de los pilares básicos de esta dieta está en el consumo de cereales integrales, legumbres y pescado, y la reducción del consumo de carne. Todo esto aderezado con la práctica regular de actividad física para perder peso de forma segura.
Ante cualquier duda, lo importante es recordar que esta es una dieta de orígenes, y que la clave está en volver a consumir aquellos productos de la forma que la consumían nuestros mayores.
Dieta DASH
Puede ser que de todas las dietas que se suelen escuchar, esta sea una de las menos conocidas. Esto se debe a que la dieta DASH no surgió en un principio como un estilo de alimentación para perder peso, sino como un protocolo de alimentación para tratar la hipertensión.
La siglas DASH significan 'Dietary Approaches to Stop Hypertension' o lo que es lo mismo: enfoque dietético para frenar la hipertensión. Y, aunque no naciera como una dieta de adelgazamiento, sí que es útil para este fin.
Esta dieta, bastante similar a la mediterránea, propone seguir una alimentación principalmente baja en sal, grasas saturadas, carnes rojas y azúcares refinados; y rica en frutas, verduras y granos enteros, así como en legumbres y pescados.
En donde se encuentra la mayor diferencia con la dieta mediterránea es respecto a las grasas, ya que no habla especìficamente del consumo del aceite de oliva, sino de aceites vegetales en general.
La adopción de esta dieta debe ir acompañada de un plan de actividades de ejercicio físico, de al menos 30 minutos al día, y la reducción del consumo de alcohol, al mínimo.
Flexitariana
Esta dieta consiste en comer fundamentalmente alimentos basados en plantas, es decir llevar una dieta vegetariana, pero de manera ocasional consumir productos de origen animal como: pescados, aves y carnes. Así, el nombre de esta dieta surge de la fusión de los términos flexible y vegetariana.
La elección de esta dieta, para perder peso, combina los beneficios de los productos de origen vegetal con los nutrientes que aporta la ingesta esporádica de los de procedencia animal.
En esencia, la flexitariana se trata de una dieta equilibrada, que es baja en grasas saturadas y alta en nutrientes y fibra. Además, este régimen alimenticio, a diferencia del vegetariano, se beneficia de los aportes de Omega 3 procedentes del pescado y de las proteínas y vitamina B12 que aportan las carnes, con lo que adelgazar será más seguro y delicioso.
Queda claro que, en general, para que una dieta para adelgazar sea efectiva, pero también sea segura, no debe ser demasiado estricta, establecer restricciones de alimentos básicos, ni prescindir del deporte. Pero, además, para que sea la definitiva, a la hora de perder peso, debe adaptarse a los gustos de cada persona, para que llevarla a cabo no sea una cuestión de moda.