EN LA PARTE INTERIOR DE LA RÍA DE AROUSA
Después de 20 días de la desaparición de Diana Quer, el rastreo de la señal de su teléfono móvil sigue siendo una pieza clave en la investigación. Tras su análisis, la Guardia Civil ha vuelto a realizar batidas pero, esta vez, con personal especializado. Buscan cualquier pista que ayude a desvelar algo sobre el paradero de la joven madrileña.
Las nuevas batidas se han desarrollado a unos 15 kilómetros de distancia de la casa de veraneo de Diana Quer. Su móvil la sitúa por última vez en esta zona, en la parte interior de la ría de Arousa, entre Cespón y Taragoña. Hasta 40 agentes han rastreado, durante más de nueve horas y con la ayuda de perros, puntos muy concretos en mitad del campo. Al lugar podría haber llegado en coche acompañada de una o varias personas.
La Guardia Civil cuenta también con las matrículas de 1.500 vehículos que pasaron por esa zona la noche de la desaparición. Las analizarán una a una. Además, la Policía Judicial ha solicitado todas las grabaciones que hayan podido recoger las cámaras de localidades de alrededor. Como Porto do Son, Boiro, Rianxo y Riveiro que están bien comunicadas por carretera con A Pobra do Caramiñal, el municipio en el que se le perdió la pista.
Aquel 22 de agosto, Diana Quer llegó a su domicilio, sin despertar a su madre y a su hermana, se cambió unos pantalones cortos rosas por unos vaqueros largos y volvió a salir. Lo hizo sin DNI, con las llaves de casa y con unos 20 euros. Un escenario que apunta a que la joven tenía intención de volver.
Casi tres semanas después de su desaparición, continúan abiertas casi todas las hipótesis. Los investigadores han descartado la posibilidad de un secuestro económico porque no hay ningún tipo de reivindicación.