2016 PODRÍA SUPERAR A 2015 EN MUERTES VIOLENTAS
Sin acabar el año y tras cuatro meses de la desaparición de Diana Quer, el caso sigue protagonizando la crónica negra de un año en el que otro suceso, el cuádruple crimen de Pioz, conmocionó a la sociedad y engrosó la lista de homicidios de este 2016 que podría cerrarse con más muertes violentas que 2015.
Y entre los últimos homicidios de este año destaca el asesinato de la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, a manos de un supuesto profesional ya lejos de España y al que la Policía trata de localizar.
Más incógnitas y apenas pistas -solo se ha encontrado hasta ahora su móvil- para aclarar qué pudo pasarle a Diana Quer, la joven de 18 años que no regresó a su casa de veraneo en la madrugada del 22 de agosto en A Pobra de Caramiñal (A Coruña).
Cuatro meses después, su desaparición sigue ocupando horas de televisión, en un cóctel que se ha ido cocinando con el paso de los días con reproches en directo de unos padres divorciados o las filtraciones de intimidades de la propia Diana.
Junto a Diana Quer, el otro nombre destacado de la crónica negra de 2016 es el de Patrick Nogueira Gouveia, el joven brasileño de 20 años autor confeso del hecho más luctuoso del año: el cuádruple asesinato de sus tíos y de los hijos de éstos, de cuatro y un año, en una vivienda de Pioz (Guadalajara).
Aún sin resolver -la Policía está en ello y trabaja con el móvil pasional como principal hipótesis- en el repaso de los crímenes más trágicos figura el de Usera, nombre de un popular barrio madrileño habitado por inmigrantes de varias nacionalidades.
El 22 de junio un hombre entra en un despacho de abogados y tras preguntar por su dueño, un letrado peruano que no se encuentra en ese momento, mata a sangre fría con una barra de hierro y un cuchillo a las tres personas que están en el bufete: un cliente y dos empleadas de nacionalidad cubana. Después, trata de quemar los cuerpos.
Triple crimen contabilizado en las estadísticas del Ministerio del Interior, que hasta el 30 de septiembre, últimos datos hechos públicos, reflejaban 227 homicidios en España, trece más respecto a los primeros nueve meses del año pasado, que cerró con 303 muertes violentas.
El año que está a punto de acabar arrancó con tres muertes: ya el mismo 1 de enero un hombre mataba a su mujer y a su bebé de ocho meses para después suicidarse en Torrevieja (Alicante). Son los primeros asesinatos de la execrable lacra de la violencia machista que este año ha segado la vida de 40 mujeres, según los últimos datos oficiales.
Reciente ha sido la muerte de otras dos mujeres -una madre y su hija-; muy cerca de ellas estaba su asesino, el hijo y hermano de las víctimas, un toxicómano que acabó con la vida de ambas en la localidad sevillana de Arahal.
Entretanto y lamentablemente, a las páginas de sucesos no les han faltado protagonistas, algunos menores como la niña de 17 meses arrojada por una ventana en Vitoria por un hombre después de que la madre de la pequeña descubriera que le estaba haciendo tocamientos. O el niño de casi dos años que falleció en mayo tras ingresar en un hospital madrileño con varios golpes y fracturas; o la niña de cinco años degollada hace un mes en Aranjuez por su madre y que luego se suicidó.
Menor también la niña de 12 años cuya muerte por coma etílico ha sacado a la luz el alarmante consumo de alcohol entre los más jóvenes, o el repunte de las bandas latinas, cuyos enfrentamientos han provocado tres muertes, dos de ellas de chavales de 15 años.
Y si ha habido un suceso que ha removido conciencias, fue la violación de una joven de 19 años en las fiestas de San Fermín, en Pamplona, por cinco chicos, todos ellos ya en prisión. No era la primera vez que algunos de ellos abusaban en grupo de mujeres.