SOBRE 300.000 MENORES LO SUFREN EN ESPAÑA

Un diagnóstico precoz permite tratar con éxito la hiperactividad

Este lunes se ha presentado el libro europeo sobre la hiperactividad. Los niños que padecen este trastorno, uno de cada veinte niños o adolescentes en España, tiene mayores posibilidades de fracaso escolar, sufrir acoso en la escuela, participar en peleas y consumir alcohol y drogas de manera más precoz e intensa.

Madrid ha participado este lunes en la presentación del Expert White Paper del TDAH, el primer Libro Blanco europeo sobre el Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), que ha contado con la participación de médicos, asociaciones de pacientes y familias y representantes del ámbito de la educación y la justicia. 

El libro recoge una serie de recomendaciones para los políticos y las idea es presentarlo en el Parlamento Europeo el próximo mes de noviembre. El TDAH afecta a uno de cada veinte niños o adolescentes en España (300.000 menores en edad escolar) y la mitad de ellos arrastrará la enfermedad hasta la edad adulta. 

"En cada aula, en cada calle hay un niño con TDAH", ha advertido Susan J. Young, doctora en el Kings College de Londres y coautora del Libro Blanco. 

El doctor Javier Quintero, jefe de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor de Madrid, ha incidido en la importancia de detectar el problema cuanto antes, ya que solo el 1% de los menores está diagnosticado. Y ello a pesar no solo del mayor riesgo que tienen de fracaso escolar, sino también de sufrir acoso en la escuela, participar en peleas y consumir alcohol y drogas de manera más precoz e intensa. 

En la edad adulta, afecta a las relaciones de pareja, laborales y de amigos. Este psiquiatra ha puesto de relieve la necesidad de que los profesores reconozcan el problema para detectarlo a tiempo y poder intervenir. También ha resaltado la conveniencia de poner el foco en las familias, en las que "generan muchísimo estrés". Aumenta el riesgo de separaciones y las tensiones con los hermanos. 

El doctor Quintero ha llamado también la atención sobre el hecho de que muchos padres se han dado cuenta de que ellos mismos sufren este trastorno una vez han sido diagnosticados sus hijos. Y es que entre un 70 y un 80% de las causas son genéticas. 
El tratamiento puede ser farmacológico, terapéutico o una combinación de ambos, dependiendo de los casos.

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