Vagabundo Lavapiés
Un indigente de 19 años prendió fuego a otro de 44 años la semana pasada en Lavapiés.
La Policía Nacional ha detenido a un indigente de 19 años el pasado jueves por prender fuego a otro de 44 años en un antiguo kiosco bar que estaba abandonado en el parque Casino de la Reina de la calle Casino en el centro de Madrid.
Los hechos ocurrieron sobre las 5:00 h de la madrugada en un lugar del barrio de Lavapiés, donde suelen dormir muchas personas sin hogar por la noche. El individuo roció con un líquido inflamable al hombre de 44 años y le prendió fuego.
Una ambulancia del Samur-Protección Civil trasladó al herido al Hospital 12 de Octubre de Madrid. Tenía quemaduras y contusiones en las dos piernas. Tras el suceso, los bomberos sofocaron el incendio que se provocó entre las pertenencias de los que suelen habitar ese lugar.
Localizaron al autor de los hechos
Los agentes identificaron al presunto autor rápidamente gracias al testimonio de las víctimas. Se trata de un joven marroquí de 19 años, que ha sido arrestado hasta en ocho ocasiones veces desde que tiene 18 años. La mayoría de los incidentes ocurrieron el pasado mes de octubre. El sábado por la mañana fue puesto a disposición judicial por un presunto delito de lesiones y otro delito de incendio.
Podría ser un ajuste de cuentas
Entre todas las hipótesis sobre el motivo del suceso se baraja la del ajuste de cuentas, porque el joven habría dicho que le robaron el móvil y por eso actuó de esa manera. Al parecer, tras prender fuego a este hombre de 44 años, también se dirigió al resto.
Un joven ingresó con quemaduras por imitar 'El Juego del Calamar'
Aiden Higgie es un niño de 14 años y fue hospitalizado en Australia al sufrir quemaduras de tercer grado en la pierna después de imitar una de las pruebas de la serie 'El juego del calamar' de Netflix. Las pruebas de este juego consisten en recortar una forma, de paraguas, círculo o estrella, en un papel fino de azúcar con un alfiler. Para superar el reto no se debe romper la figura. Al intentar realizarlo, el niño mezcló agua, azúcar y bicarbonato en una taza que no era apta para microondas.