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Detienen en Orihuela al fugitivo buscado por un asesinato en Polonia hace 26 años

El fugitivo había formado parte recientemente de un grupo criminal de su país dedicado al contrabando transfronterizo.

Imagen de archivo de un coche de Policía NacionalPolicía Nacional

Tenía una orden europea de detención emitida por las autoridades de Polonia por un supuesto asesinato, un suceso que ocurrió hace ya 26 años, en 1997, aunque se ha esclarecido recientemente con su detención en Alicante. La Policía Nacional precisa que este hombre había formado parte recientemente de un grupo criminal de su país dedicado al contrabando transfronterizo.

El detenido se enfrenta a 25 años de prisión por su relación con el asesinato de un hombre en Polonia en el año 1997, cuyo cadáver se encontró hace poco tiempo en la zona de Baja Silesia con heridas de arma de fuego. Lo que creen las autoridades polacas es que el hombre participó en la década de 1990 en un conflicto armado cerca de la frontera con Chequia y Alemania, llamado 'La Guerra de Zgorzelec' o 'Guerra de los espíritus' por el control de las rutas del contrabando.

El arresto se enmarca en la operación liderada por la Oficina Central de Investigación de Polonia (CBSP), que identificó a dos hombres como presuntos autores del homicidio. A uno de ellos se le localizó en el área de Mazovia, con respecto al otro se pensó que podría haber huido a España. Es por esto último por lo que la policía polaca contactó a la sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional. De esta manera, la investigación llevó hasta un domicilio de Orihuela donde el fugitivo residió con su pareja, aunque lo abandonaron de manera precipitada pocas horas antes de la llegada de los policías españoles.

A pesar de ello, poco después se localizó el vehículo que empleaba el fugitivo y se confirmó que había cruzado la frontera entre Polonia y Alemania, deduciendo que podría haber vuelto a España. Un segundo dispositivo de vigilancia consiguió capturarle en Alicante, en el momento en el que se bajaba de un coche y con diversa documentación, dinero en efectivo y tres dispositivos móviles.

El fluido y continuo intercambio de información con el CBSP fue clave en esta investigación para conseguir el objetivo de detener al fugitivo tras localizar el vehículo que empleaba.