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Detienen de nuevo al rey del 'simpa' mientras desayunaba en un bar en Zaragoza

Se llama Antonio Miguel Grimal Marco, natural de Barcelona, de 47 años y vive de una pensión no contributiva. Es un estafador especializado en marcharse de los locales de hostelería sin pagar.

Han vuelto a detener al rey del 'simpa'. Pero ¿Quién es este hombre? Se llama Antonio Miguel Grimal Marco, natural de Barcelona, de 47 años y vive de una pensión no contributiva. Es un estafador especializado en marcharse de los locales de hostelería sin pagar. Esta vez, la Policía Nacional le sorprendió el pasado domingo en Zaragoza en el bar Kiko de la calle Rioja, lugar donde estaba desayunando a las 7:50 horas. Aunque parezca que le han detenido por irse sin pagar, esta vez le han atrapado porque sobre él pesa una orden por sus últimos delitos. Ya por la tarde, el juzgado de instrucción número 4 decretó su ingreso en prisión.

En su historial constan 46 detenciones por similares delitos de estafa, todos leves. Esta calificación del tipo delictivo es la que le permite acumular arrestos y reincidencias sin que agrave las consecuencias, de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Supremo.

Rutina de prisiones

El 27 de marzo volvió a ser detenido, justo recién salido de prisión, esta vez en un local de la calle de San Miguel, se negó a pagar los 47,50 euros que costaba la comida en el Goiko. Asimismo, un mes antes, a apenas unos metros del lugar, repitió la misma historia en el restaurante Plaza Goya. En aquel lugar degustó varias tapas de la barra, como bocadillos, torreznos y montados. Además, se tomó dos Coca-Colas, dos cervezas, dos cubatas, un helado y un café. La suma total del dinero era de 45 euros, los cuales se negó a pagar.

¿Cuál es su modus operandi?

Su modus operandi es consumir todo lo que le plazca y, tras pedir la cuenta, se niega a pagar. Si el dueño del bar decide llamar a la policía, este se muestra impasible, e incluso tiene la desfachatez de seguir consumiendo. "Le dijo al camarero que le pusiera una cerveza mientras llegaba la Policía", explica el propietario del bar Espumosos 5M de Zaragoza.

Para librarse de las condenas, se acoge a una impunidad basada en un fallo en el sistema legal, ya que, como solo cuenta con una pensión no contributiva, esquiva todas las sanciones que le adjudica la Administración. Además, en aquellos casos en el que se le impone una multa, propone estar unos días en prisión para no pagarla.

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