AUMENTAN A OCHO LOS DETENIDOS
El juzgado de instrucción número 2 de Aranjuez, Madrid, imputa al principal detenido de una red de pederastia, que fue arrestado en A Coruña, la supuesta comisión de un delito de proposición al asesinato, otro de agresión sexual, uno más de abuso sexual y un cuarto de corrupción de menores.
Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, TSJG, el juzgado de Aranjuez que llevaba el caso se ha inhibido a favor de los juzgados donde se produjeron las respectivas detenciones, aunque por el momento las diligencias no han llegado a los decanatos gallegos.
Este juzgado ha informado hoy de los delitos que se les imputan a las tres personas que permanecen en prisión tras haber sido detenidas en el marco de una operación contra la pederastia. Al detenido en Arteixo, A Coruña, se le imputa la supuesta comisión de cuatro delitos de abuso sexual y dos delitos de trata de seres humanos. El tercer detenido, arrestado en Alcalá de Henares, Madrid, está imputado por un supuesto delito de proposición al asesinato y otro de corrupción de menores.
El titular del juzgado de instrucción número 2 de Aranjuez ratificó el pasado 12 de julio la prisión para tres de los detenidos por su presunta pertenencia a una red de pederastia tras escuchar su declaración, que se realizó por videoconferencia. Uno de los detenidos en Galicia, en la provincia de Pontevedra, ingresó en prisión tras su primera declaración judicial, pero fue puesto con posterioridad en libertad tras prestar declaración ante el titular del juzgado de Aranjuez que lleva el caso.
Estas detenciones, un total de ocho en toda España, se produjeron en el marco de una operación contra la pornografía infantil en Internet. Según la Policía Nacional, los detenidos mantenían conversaciones en las que intercambiaban sus experiencias personales referidas a abusos con menores. Los detenidos, de entre 25 y 60 años y residentes en Galicia, Asturias, Andalucía y Madrid, compartían material pornográfico en el que aparecían menores a través de portales y chats de Internet.
La investigación se inició gracias a la información facilitada por una persona a la que propusieron formar parte de la trama en la que se compartía pornografía infantil y en la que se planeaban gravísimos delitos como utilizar a menores en orgías o someterlos a encierros en condiciones infrahumanas.