POR HOMICIDIO IMPRUDENTE

En libertad el autor del disparo que acabó con la vida del niño de Ecija en una cacería en Burguillos (Sevilla)

El juez no ha decretado medidas cautelares para el acusado, salvo entregar todas sus armas a la Guardia Civil, abstenerse de practicar la caza y estar localizable. El menor falleció en el hospital después que no pudieran hacer nada por salvarle la vida.

El detenido, L.A.G., de unos 60 años y cazador experimentado, ha comparecido en el Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla, que se encontraba de guardia en el momento del suceso, ocurrido en el coto de caza La Lapa el pasado sábado.

El juez no ha decretado medidas cautelares para el acusado, salvo entregar todas sus armas a la Guardia Civil, abstenerse de practicar la caza y estar localizable siempre que sea requerido por el juzgado, han informado fuentes judiciales.

El cazador ha estado declarando ante el juez durante una hora y media y ha explicado que desconocía que en la montería había un niño y que cuando disparó en ningún momento vio al pequeño, que murió en el centro de salud de Burguillos a donde lo llevaron sus familiares y participantes en la montería y donde intentaron reanimarlo sin éxito durante dos horas.

Según ha explicado la abogada de oficio que le ha asistido durante su declaración como detenido, ha relatado que en la montería de caza mayor había cinco puestos con dos personas cada uno, si bien él desconocía dónde estaban ubicados el resto y la presencia de un menor entre ellos.

Durante la caza de jabalíes, vio movimiento en la maleza y se adelantó un poco del puesto, momento en el que dio un giro de 90 grados al escuchar ruido y disparó hacia la derecha, un tiro que impactó en el pequeño al que, según el cazador, no vio en ningún momento.

El cazador, un arquitecto de nacionalidad argentina pero afincado desde hace años en El Puerto de Santa María (Cádiz), tiene licencia de caza, todos los permisos de arma en regla y seguro de responsabilidad civil para practicar la actividad cinegética.

El juez le atribuye inicialmente un delito de homicidio por imprudencia y ha citado como testigos el próximo 8 de febrero al resto de participantes en la montería y al organizador de la misma. La Guardia Civil señala en su atestado que los permisos de esa montería eran para que en cada puesto hubiera sólo una persona en vez de dos, según fuentes del caso. A la declaración no ha asistido la Fiscalía y nadie ha pedido medidas cautelares.

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