PAYASOS JUSTICIEROS

Detienen a un grupo de vándalos que se hacían llamar 'los payasos justicieros' en Logroño

La Policía ha detenido en Logroño a seis jóvenes que han protagonizado numerosos actos vandálicos, causando el pánico entre los vecinos. Se hacían llamar, 'Los payasos justicieros'.

Tenían entre dieciséis y 22 años y se jactaban de sus hechos delictivos en las redes sociales llamándose 'Los Payasos Justicieros'. La operación 'Ascuas', de la Policía Nacional, ha dado "fin a un periodo de hechos delictivos" por parte de este grupo.

Tal y como ha informado en rueda de prensa el jefe de Sección de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), el inspector jefe Carlos Martín, acompañado, entre otros, del comisario José Sanz, la operación se ha saldado con la detención de seis personas, dos de ellos menores de edad, por delitos de Incendio y Daños. Con esta operación, ha explicado, se ha logrado el esclarecimiento de los incendios y otra serie de daños que se venían produciendo en Logroño, Lardero, Agoncillo y Villamediana de Iregua, desde mediados del mes de junio pasado.

Los hechos, que comenzaron como actos de venganza, crecieron por la diversión que sintieron los autores y tomaron especial peligrosidad, por lo que podría haber pasado de no haber mediado la intervención de los bomberos, con los incendios de coches en garajes comunitarios.

Parte de los detenidos ya lo fueron por hechos vandálicos como la rotura de las Marquesinas de autobuses de las localidades de Logroño, Lardero y Villamediana de Iregua, así como por la sustracción de veinte ciclomotores que tuvo lugar a finales de 2017.

Se les acusa de daños en diez automóviles que fueron quemados, seis de ellos en el lugar donde se encontraban aparcados, y cuatro previamente sustraídos y calcinados en otro lugar distinto; y de la sustracción de un ciclomotor y posterior incendio del mismo. También, de daños por incendio en las instalaciones de 'Bodegas Marqués de Murrieta', por la quema de un acopio de sarmientos, destinado a la venta; de dos automóviles dañados, uno sustraído y abandonado en el Monte Cantabria, y el otro dañado en el aparcamiento donde se encontraba; y del incendio en tres garajes comunitarios de Logroño.

En estos, se produjeron daños de diferente entidad en otros veintitrés vehículos, además de los "gravísimos daños" en las infraestructuras de los propios inmuebles y el peligro creado para la vida o integridad física de sus moradores.

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