LAS VIVIENDAS NO DISPONÍAN DE ALARMA
Los Mossos d'Esquadra detuvieron la pasada semana a cinco personas como presuntas integrantes de un grupo al que atribuye la comisión de, al menos, 35 robos con fuerza en viviendas de diferentes localidades catalanas durante este verano, según ha informado este lunes la policía catalana.
Los detenidos, a los que no se descarta que se imputen más hechos delictivos, son españoles, vecinos de Santa Coloma de Gramenet, Barcelona, y tienen edades comprendidas entre los 36 y los 43 años.
El grupo llevaba a cabo los robos a plena luz del día, vestidos de pintores o trabajadores municipales para evitar llamar la atención, y elegían casas o pisos donde no había nadie en el momento del delito y que no disponían de alarma. Una vez dentro del inmueble, se llevaban prácticamente cualquier objeto de valor (televisores, joyas, dinero, equipos de electrónica), así como los coches de gama alta cuyas llaves encontraban en las viviendas.
Posteriormente, cambiaban las placas de matrícula del vehículo sustraído por otra perteneciente a uno no robado y que tuviera características similares. Fue precisamente a través de uno de los coches robados que los agentes de los Mossos llegaron hasta el líder de la banda. Localizaron uno de los vehículos sustraídos que el supuesto ladrón usaba regularmente y, a partir de allí, la investigación siguió con la entrada y el registro en los domicilios de los cinco detenidos.
La detención del jefe, sin embargo, se complicó porque este intentó darse a la fuga, corriendo y en ropa interior, hasta que pudo ser alcanzado por agentes de la policía autonómica. Todos los detenidos pasaron el pasado día 5 a disposición del juez, que dictó orden de ingreso en prisión para tres de ellos y libertad con cargos para otros dos.