Valencia
Valencia ha vivido una nueva agresión sexual en manada, en esta ocasión por cinco jóvenes que robaron con extrema violencia a tres menores y, acto seguido, hicieron tocamientos a las niñas en sus partes íntimas contra la voluntad de las menores. Los hechos se produjeron en la madrugada del pasado sábado, y también hubo un menor que fue objeto de amenazas por parte de los agresores, que llegaron a ponerle un cortauñas en el cuello para robarle dinero.
La Policía recibió un aviso por robo y, al acudir a la calle donde los agresores estaban con las víctimas, se encontraron a los menores suplicando ayuda; las niñas estaban atrapadas y sin salida al lado de una pared, después de haber sido agredidas sexualmente. Mientras eran víctimas de tocamientos por parte de algunos de los agresores, otros estaban hurgando en el interior de sus bolsos, para poder hacerse con todo aquello de valor que tuvieran y llevárselo consigo.
Inmediatamente, los agentes separaron a los agresores de las víctimas, quienes les explicaron lo sucedido. Los agresores, que tienen entre 22 y 28 años, fueron inmediatamente detenidos por presuntos delitos de agresión sexual, robo con violencia y hurto. Sobre ellos, se sabe que son de origen marroquí o argelino, que entraron ilegalmente en España, y que cuatro de ellos ya tienen antecedentes penales.
Los jóvenes también robaron previamente a un hombre
Antes de robar a los menores y agredir sexualmente a las niñas, los detenidos habían robado también a un hombre, al que le habían quitado las llaves, una cantidad considerable de dinero y dos teléfonos móviles. El hombre, que estaba cerca del lugar de los hechos, comentó a los agentes lo que le había sucedido. Tras ello, procedieron a rastrear la geolocalización de los teléfonos móviles, que habían sido tirados en un contenedor de basura cercano, y fue devuelto a este hombre.
Esta agresión sexual se ha producido en medio de las preocupantes informaciones que alertan sobre los pinchazos por sumisión química que se están produciendo en algunas discotecas, y que ha puesto en jaque a los servicios de seguridad, que temen que esto pueda suponer un incremento de agresiones sexuales mediante la anulación de la voluntad. En Cataluña, se han denunciado siete casos por presuntos pinchazos con sumisión química a mujeres que están siendo investigados.