HASTA LAS HUELLAS DACTILARES
La escena recoge el momento en que le acaba de parar la policía para identificarle, es Manuel Miranda Velasco, uno de los narcos más buscado desde hace 15 años. Según los agentes estaba tranquilo, se sentía seguro con un pasaporte de Perú: "Estaba seguro de que no iba a ocurrirle absolutamente nada. Tenía la certeza de que aunque comprobásemos su identidad, su pasaporte, nada iba a ocurrrir".
Ha transfomado su imagen. Ya no es calvo, se ha hecho injertos y ahora es rubio. Los agentes saben quién es, y los de la policía científica descubren que ha modificado sus huellas dactilares: "A través de cortes, de autolesiones, de líquidos corrosivos impedía que pudiera ser identificado como Manuel Miranda Velasco".
Llevaba encima 3 teléfonos móviles y dos pasaportes. Se presenta como Bruno Michi y su huella está completamente deformada. Este asturiano era el enlace, hacía de unión entre los clanes colombianos y los narcos españoles: "Se le ha relacionado con Sito Miñanco y Laureano Oubiña", los clásicos grandes de la droga en Galicia. Tres juzgados le reclaman y ya ha ingresado en prisión.