Explotación sexual
Han detenido a un joven de 28 años en la localidad de Almendralejo (Badajoz) por tener retenidas a dos mujeres colombianas en un piso de la localidad y obligarlas a ejercer la prostitución.
El juez ha decretado el ingreso en prisión inmediato para el joven de 28 años acusado de actuar como proxeneta. La Policía Nocional detuvo al hombre, que tenía retenidas a dos mujeres colombianas en un piso de Almendralejo (Badajoz) y a las que obligaba a mantener relaciones sexuales.
La operación se ha llevado a cabo bajo el nombre de 'Ipad', después de que la Policía recibiera una denuncia sobre trata de blancas a través de su web oficial. En ese momento, los agentes comenzaron a investigar los hechos y cuando pudieron confirmarlo, procedieron a la detención del hombre y a la puesta en libertad de las dos mujeres el pasado 21 de julio.
Al parecer, el hombre había "reclutado" a estas mujeres en un viaje a Colombia, en concreto a un barrio marginal de Bogotá. El detenido se hizo cargo de los gastos del viaje y se encargó de preparar lo necesario para poder traerlas a España.
Una vez entraron en tierras españolas, el hombre las encerró en un piso de Almendralejo, donde se encargó de retenerlas y explotarlas sexualmente. Según ha declarado la Policía Nacional, la vivienda "carecía de las condiciones mínimas de habitabilidad". Además, "bajo coacciones, les requería un porcentaje de los servicios sexuales que prestaban", ha declarado las mujeres.
Las víctimas han hablado y han denunciado que el detenido "no las alimentaba bien" y que tenían la obligación de "trabajar todos los días" a "cualquier hora del día", teniendo que estar "siempre preparadas" para los clientes.
El autor de los hechos ya contaba con antecedentes penales, por lo que fue ordenado su ingreso en prisión tras pasar a disposición judicial.
La estrategia que ha llevado a cabo este hombre es algo que, desgraciadamente, se repite a menudo: los proxenetas viajan a otros países, donde llegan a ciudades con barrios marginales. Es ahí donde se encargan de "engatusar" a las mujeres prometiéndoles que tendrán un trabajo y podrán enviar dinero de vuelta a su país para que su familia pueda vivir bien.
Pero la realidad es muy distintas cuando estas mujeres llegan a España. El destino que realmente las espera es el de la explotación sexual. Normalmente, los proxenetas piden cantidades de dinero muy altas a las víctimas y les informan de que han adquirido una gran deudapor los gastos del viaje. Cada vez que necesitan algo, la deuda se incrementa, lo que dificulta más a estas mujeres el poder salir de esa situación.