SANTIAGO DE COMPOSTELA | DESPUÉS DE SU IMPUTACIÓN

Detenido el padre de la niña hallada muerta en Teo por su posible implicación en el homicidio

El padre de la niña hallada muerta en Teo, el periodista Alfonso B.C., ha sido detenido esta tarde por la Guardia Civil por su supuesta implicación en el homicidio de su hija adoptiva, al igual que este martes ya había sido detenida la madre de la pequeña, la abogada Rosario P.O.

El arresto se ha producido después del registro iniciado a las doce del mediodía en una casa en Montouto, en el ayuntamiento coruñés de Teo, propiedad de la exmujer de este reportero y situada en una zona cercana a la pista forestal en la que apareció del cadáver de la menor.

El juez José Antonio Vázquez Taín había imputado previamente por homicidio, hoy mismo, al padre de la niña de 12 años, pero había quedado en libertad hasta esta última decisión judicial decretando su detención. Alfonso Basterra ha sido imputado por los mismos cargos de los que se acusa a la madre de la niña, que fue arrestada ayer tras la ceremonia de cremación de la pequeña.

Fuentes del tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) han informado de que hoy no se practicarán más registros en los domicilios de los padres de la pequeña, que vivían separados, ni en la casa que la madre tenía en un núcleo residencial cercano a la ciudad de Santiago de Compostela. Asimismo, señalan las mismas fuentes que no está previsto que las declaraciones ante el juez que instruye el caso se produzcan mañana.

La niña muerta era la principal beneficiaria de la herencia de sus abuelos
Asunta Basterra Porto, la niña hallada muerta en una pista forestal de un ayuntamiento próximo a Santiago, era la principal beneficiaria de la herencia de sus abuelos maternos, fallecidos con apenas un año de diferencia.

El 11 de diciembre de 2011 murió María del Socorro Ortega Romero, que había sido profesora titular de Historia del Arte en la Universidad de Santiago, y su fallecimiento causó consternación en la capital gallega por su carácter repentino. El 26 de julio del año siguiente feneció su marido, el abogado Francisco Porto Mella, a los 88 años, una doble pérdida que por su proximidad en el tiempo suscitó una conmoción en una ciudad pequeña, Compostela, en la que este matrimonio era muy conocido.

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