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Abusos sexuales

Detenido un osteópata por realizar tocamientos de carácter sexual a sus clientas en Lleida

Las fuentes policiales catalanas han comunicado que el detenido no tenía titulación para ofrecer los servicios de osteopatía y reiki.

Imagen de un coche de los Mossos d'EsquadraMossos

Los Mossos d'Esquadra han comunicado la detención de un hombre que aprovechó su condición de osteópata para realizar tocamientos a sus clientas en el barrio de La Bordeta de Lleida.

El detenido por presuntos abusos sexuales se empleaba en el sector de la osteopatía y el reiki, pero no tenía la titulación requerida de ninguna de estas disciplinas. Mientras 'trabajaba', se dedicaba a realizar tocamientos e insinuaciones de carácter sexual a varias de sus clientas. Además, llegaba incluso a realizar masajes en sus zonas íntimas.

Las autoridades catalanas han confirmado que este hombre pasará, el próximo jueves 24 de agosto, a disposición del Juzgado de Instrucción de Lleida de guardia.

¿A qué se dedican los profesionales de la osteopatía y el reiki?

La osteopatía es una disciplina de la medicina que, a través de la manipulación física, se encarga de aliviar dolores musculares y óseos, así como también mejorar la movilidad de las articulaciones.

Por otro lado, el reiki es una práctica más espiritual de origen japonés. Mediante este tratamiento, se pretende transmitir energía vital y alinear los chacras del paciente con una imposición de manos.

Otro caso de abusos de un osteópata

Este no es el primer caso en el que los Mossos d'Esquadra detiene a un osteópata por presuntos abusos sexuales.

El pasado mes de mayo, se celebró el juicio en Barcelona contra un osteópata que abusó, presuntamente, de 23 de sus pacientes. Algunas de las víctimas llegaron incluso a afirmar que sufrieron penetraciones durante estas consultas médicas. La Fiscalía confirmó, en este caso, que el acusado se aprovechó de su posición para realizar tocamientos a las clientas en sus pechos y sus zonas íntimas sin consentimiento.

A pesar de las denuncias de las víctimas, el acusado continuó declarándose inocente y escudándose en que solo estaba realizando su trabajo y no existía ningún otro fin en sus actuaciones que no fuera profesional: "Mis tratamientos sólo respondían a fines terapéuticos para beneficio de los pacientes, nunca hubo ningún fin libidinoso. Siempre hice lo correcto, en algún caso quizá podría haberlo hecho mejor, pero siempre para la finalidad del paciente y nunca con otra finalidad que no fuera puramente terapéutica".