SE ENCONTRABA EN ESTADO DE EMBRIAGUEZ
Los Mossos d'Esquadra han detenido este sábado a un inspector del Cuerpo Nacional de Policía que ha entrado ebrio en una pastelería de Barcelona y ha dicho a los clientes que les mataría si no dejaban de hacer ruido, mientras les enseñaba el arma reglamentaría que llevaba al cinto.
Según han explicado fuentes cercanas a la investigación, los agentes de los Mossos han localizado al inspector en su domicilio y lo han detenido, tras intervenir el arma y la credencial policial.
Los hechos han ocurrido en un establecimiento situado en el barrio barcelonés de Sarrià, al que se ha dirigido el detenido, que actuaba bajo los efectos del alcohol, molesto por el ruido que hacían los clientes.