Vandalismo
Un hombre de 58 años fue detenido por los Mossos d'Esquadra y la Policía Local tras causar daños a un centenar de vehículos en Barberà del Vallès.
Los Mossos d'Esquadra y la Policía Local de Barberà del Vallès (Barcelona) detuvieron la madrugada del pasado domingo a un hombre de 59 años, acusado de haber pinchado las ruedas de un centenar de vehículos utilizando un cuchillo de cocina. El detenido fue localizado en la plaza de Can Llobet gracias a la rápida intervención policial tras varios avisos vecinales que alertaban de los actos vandálicos.
Según ha informado el Ayuntamiento de Barberà del Vallès, los hechos ocurrieron el domingo por la noche cuando los cuerpos de seguridad recibieron diversas llamadas de vecinos que informaban sobre un individuo que estaba dañando los neumáticos de varios coches estacionados en la zona.
Una patrulla de los Mossos d'Esquadra se desplazó al lugar de los hechos y, tras una búsqueda por el área, localizaron al presunto autor en la plaza de Can Llobet. El hombre, al percatarse de la presencia policial, trató de huir, pero fue detenido poco después. Durante su identificación, los agentes encontraron un cuchillo de cocina en el bolsillo de su sudadera, con el cual, presuntamente, habría causado los desperfectos en los vehículos.
Tras su arresto, los cuerpos de seguridad ampliaron la inspección por las calles cercanas y detectaron hasta 100 vehículos que presentaban daños en alguna de sus ruedas.
El hombre de 58 años podría enfrentarse a cargos por daños a la propiedad privada. El artículo 263 del Código Penal español regula el delito de daños en propiedad ajena, imponiendo sanciones económicas o, en algunos casos, penas de prisión.
De acuerdo con este artículo, los daños no contemplados en otras disposiciones del Código Penal se castigan con multas que varían entre seis y veinticuatro meses, dependiendo tanto de la gravedad del daño como de la situación económica de la víctima. Si el daño no supera los 400 euros, la sanción será menor, con una multa de uno a tres meses.
Además, el artículo establece penas más severas cuando se cumplen ciertos agravantes. Entre estos, se incluyen casos en los que los daños se ocasionan para impedir el ejercicio de la autoridad, cuando afectan a bienes de uso público o comunal, o cuando el daño provoca una ruina económica al perjudicado. También se agrava la pena si los daños se generan mediante sustancias venenosas o corrosivas, o si causan contagio en ganado.
En el caso de los agravados, las penas incluyen prisión de uno a tres años, además de multas que pueden llegar hasta los veinticuatro meses. Estas disposiciones buscan proteger tanto la propiedad privada como los intereses generales y públicos, sancionando con mayor dureza los delitos que afectan gravemente a la comunidad o las instituciones.
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